Cuando la escena une dos mundos: Villaguay canta para Thomassique. Por Jennifer García Acevedo
- Jennifer Garcia Acevedo
- 18 nov
- 4 Min. de lectura
Estreno de “Laissez les enfants chanter” conmueve al público y reafirma la solidaridad cultural que dio vida a la escuela Don Diego–Villaguay en Haití.

En la noche de un jueves, el Cine Teatro Emilio Berisso se convirtió en una pequeña tribuna de esperanza. Lo que subió al escenario fue más que una obra: fue la consecuencia palpable de un proyecto de vida y el testimonio de una familia extendida que cruzó fronteras. Bajo la dirección artística de Olivier Pascalin —médico, dramaturgo y actor—, la pieza titulada Laissez les enfants chanter (“Dejen cantar a los niños”) reconstruyó, en cuadros dramáticos y musicales, la historia de un hombre que decidió transformar el dolor en escuela: el villaguayense David Reinaldo Garcés.
Desde su concepción, la propuesta buscó algo más que emocionar: aspiró a traducir en escena la pedagogía de la solidaridad, esa práctica cotidiana que enlaza a comunidades distantes. Y lo logró. El público respondió con silencios atentísimos y ovaciones contundentes, porque la obra habla de gestos concretos: de familias que aportaron materiales, de vecinos que colaboraron desde el corazón, de un ejército de manos que hicieron real un aula donde antes no había más que necesidad.

Una función que fue encuentro diplomático y abrazo comunitario
La velada contó con una presencia que legitimó y profundizó su sentido social: la Embajadora de Haití en Argentina, Olga Medor Ducasse, acompañada por el Ministro Jean Claude Cenatus, asistió al estreno y pronunció palabras de reconocimiento para Villaguay. Sus saludos no fueron meramente protocolares: en ellos resonó gratitud por una obra que nace de la cooperación efectiva entre regiones y por la escuela “Don Diego – Villaguay”, fundada en 2013 en la comuna de Thomassique, que hoy materializa el compromiso de ambos pueblos.
Frente al teatro, se sintió también la cercanía de la gestión pública local. El vínculo formal entre Villaguay y Thomassique —sellado en 2021 mediante un acuerdo de hermanamiento— encontró en esta puesta una expresión tangible: cultura, educación y solidaridad como ejes de un proyecto compartido que sigue en curso.

El relato escénico: memoria, voz y escuela
Pascalin construye la obra sobre la experiencia real de Garcés, y lo hace con pulso dramatúrgico preciso: intercala escenas íntimas con pasajes colectivos; combina el testimonio del soldado con la ternura de los niños; usa la música y la pantalla para expandir los relatos más allá del gesto físico. La puesta alterna momentos de cruda realidad con instantes de canto y movimiento, hasta desembocar en un final coral que dejó la sala vibrando.
En la historia representada hay varios hilos que conmueven: la fuerza de la iniciativa individual transformada en proyecto comunitario; el rol de la mujer como contenedora y voz; los interrogantes sobre futuro y pertenencia; y la certeza de que la educación, cuando se la piensa como un bien común, puede quebrar ciclos de pobreza y aislamiento.

Arte que transforma: formación y participación local
Un rasgo decisivo del montaje fue su carácter inclusivo. Más de veinte vecinos y artistas de Villaguay participaron en la obra —varios por primera vez— tras un proceso intensivo de formación actoral gratuita ofrecido por el equipo de la producción. Ese gesto no solo amplió la calidad de la puesta, sino que también fortaleció el tejido local: familias que colaboraron con la escuela se convirtieron en protagonistas de la narración, y jóvenes de la ciudad encontraron en las tablas una experiencia que les cambió la mirada.
El elenco, compuesto por intérpretes locales y la participación especial de Olivier Pascalin, demostró que la potencia de una obra no siempre reside en su factura técnica, sino en la honestidad con la que se cuenta una historia y en la capacidad de convocar a un público a sentirla como propia.

Un reconocimiento institucional: la declaración de interés municipal
Esa misma dimensión pública quedó reflejada en la actuación del Honorable Concejo Deliberante de Villaguay. A través del expediente Nº 1122/2025, se solicitó y se aprobó la declaración de Interés Municipal para la presentación de Laissez les enfants chanter los días 10 y 11 de octubre de 2025 en el Cine Teatro Emilio Berisso. La resolución destacó el valor cultural y social de la obra, su vínculo directo con la creación de la escuela Don Diego–Villaguay y la acción solidaria que la ciudad ha mantenido con Thomassique.

Voces en escena y en la sala
En la obra resuenan figuras que sostienen el relato: María —la madre confidente que encarna la esperanza colectiva—, la Intendenta Claudia Monjo en una escena que recrea el diálogo institucional, y la figura del propio Garcés, cuya decisión de fundar una escuela se transforma en motor dramático y ético.
Educación, resiliencia y futuridad
La escuela “Don Diego – Villaguay” aparece en la crónica de la obra como la evidencia concreta de una idea: la educación como palanca para el futuro. Nacida en 2013 en el paraje Don Diego (Thomassique), la escuela es el resultado de un entramado que involucra donaciones, decisiones individuales y una comunidad dispuesta a sostener un sueño a distancia.
Escenas que perduran y señales para el porvenir
Al concluir la función, el público permaneció largo rato en silencio, como si la percepción de la noche necesitara sedimentarse. Después llegaron los aplausos, la entrega de diplomas y el sentimiento —más claro que nunca— de que el arte puede ser puente y no solo espejo.



Por Jennifer García Acevedo, Medellín
Poeta, gestora cultural y tallerista. Sus poemas han sido publicados en diversas revistas, periódicos y antologías nacionales e internacionales. Obtuvo el Premio Nacional de Poesía José Santos Soto (2019), el Premio Internacional IFLAC WORLD Emprendimiento y Poesía, Argentina (2022), y el título Honoris Causa, otorgado por Educultura Educación Sin fronteras, México (2021). Participó en festivales internacionales de cine y literatura. Ha publicado Estaciones de lo invisible (Sakura ediciones, 2020), Escribir lo invisible (antología personal, nuevas voces editores, 2021) Incertidumbre del nombrar (Sakura ediciones, 2021) Poemas de un país al sur (26 poetas colombianos contemporáneos, Libre Acceso ediciones, 2024). Finalmente todo calla y otros poemas (Colección Libros Imposibles, 2025) Sus poemas han sido traducidos al inglés, vietnamita, árabe, portugués, chino y francés. Es directora del Festival internacional de Poesía Fredonia.





Comentarios